Una año se termina.

Mis queridos alumnos

El año se termina. Pongo en la balanza de la vida lo positivo y lo negativo. Todo es según el punto de vista, de cómo se lo mire. Todo tiene dos, o más, facetas. Todo es relativo.

Algunas amistades se distanciaron por circunstancias de la vida. Siento tristeza por haberlas visto alejarse y espero que nuevos lazos de amistad lleguen a sus vidas como yo he visto nacer nuevos vínculos.

Conocí linda gente en el grupo de folclore, algunos de los cuales seguirán a mi lado en el próximo año. Acrecenté la fraternidad con el grupo de italiano y trabé nueva camaradería con la gente del seminario de La Divina Comedia. Profundicé alguna antigua amistad, lo mismo con gente amiga de las redes sociales. Lazos, momentos prolongados durante el año, que dieron un soplo de vida a mi alma.

He visto crecer a mis nietos, irse a los hijos, emprender el vuelo de sus jóvenes vidas, y he intentado no sufrir por verlos más lejanos. Dejarlos ir a hacer su vida. Para eso los hemos traído al mundo, para que sean felices en el lugar donde estén.

Mis hermanas, cada una con su esfuerzo para seguir adelante, siempre acercándose a pesar de las distancias, llamando por teléfono, contándonos nuestras cosas, estando.

Mis amigas y colegas de trabajo. Separaciones dolorosas, perder a la madre, otra al esposo, y otra soportar una larga enfermedad, de la que deseo con toda el alma pueda salir adelante pronto.

También valoro la cariñosa cercanía de mis alumnos, los cuales me permiten seguir siendo docente y me brindan día a día su comprensión y generoso afecto.

Así ha pasado un año, veloz como pocos, y sin embargo prolongado en ciertos aspectos.

Así espero al nuevo año, cumpliendo un año más de vida, ¡y ya son tantos! Ojalá pueda tener la sabiduría de aceptar las frustraciones que trae la edad a la vez que deseo resulte propicio para todos.

Hago votos para que nuestro país pueda reponerse de sus heridas y su gente, su buena gente, alcance a vivir una vida plena. Que la juventud tenga oportunidades y sepa apreciarlas, así como lo hacen tantos jóvenes universitarios o profesionales que frecuento día a día. Jóvenes brillantes y laboriosos que se esfuerzan por conseguir sus sueños, por ser útiles a sí mismos y a la sociedad. Lo lograrán, es claro, porque han tenido el apoyo de sus familias y han puesto lo mejor de sí mismos en esa empresa.