viernes, 29 de julio de 2011

San Luis y San Rafael

Las cuatro mosqueteras 

Cambié de Etiqueta, ahora los relatos de viajes me parecieron mejor ubicados en Crónicas viajeras.
Intento contar algo de mi último viaje a San Luis y San Rafael, pero parece que  quizá todavía no terminé de procesar en mi interior todas las vivencias del viaje.
¿No será que fue todo tan vertiginoso que no tuve tiempo de plasmarlo en recuerdos concretos?
Es que las excursiones vienen "zippeadas" ahora. En efecto, con mis amigas Beti Gu, Beti Mo y Cristina, compramos una excursión, que nos prometía seis días y cuatro noches. En realidad uno de los seis días ni apareció porque partimos a las cero treinta horas del día siguiente.


Sierra Las Quijadas



Llegamos a San Luis a las siete y media de la mañana y sin más trámite, con las valijas en la bodega, salimos para visitar la sierra de las Quijadas.









Altar dorado a la hoja.


De vuelta, sin lavarnos, con todos nuestros olores y nuestros humores, fuimos a comer y de ahí al city tour, (¡Menos mal que no hacía calor!) plaza e iglesia.














Una magnífica iglesia de estilo ecléctico, con órgano, frescos, columnas y altares dorados a la hoja que sorprende por ser una iglesia nueva en una provincia relativamente pobre.








Finalmente nos llevaron al hotel Sierras, a 16 Km. de la capital y a 6 km. de Potrero de los Funes; un hotel muy bueno, perteneciente al gremio de SMATA, ya en la montaña.


H



otel Sierras de San Luis












Nunca sabremos cómo es el entorno porque nos alojamos de noche y salimos amaneciendo hacia San Rafael. Quisiera hacer una descripción de este hotel porque me encantó, pero en su defecto agrego fotos. 

Mi poncho criollo






 







Es en este mismo hotel donde me compré un poncho criollo de color azul intenso con guardas en beige degradé, una perla! Hacía años que me debía ese gusto.









Llegados a San Rafael nos alojamos en el hotel Kalton, en pleno centro, tomamos posesión de nuestras habitaciones y salimos para almorzar y visitar la Bodega BIANCHI.

Columnata



Más exactamente la “champanera” donde se elabora el champagne. Mientras hacíamos el recorrido un guía nos dio todas las explicaciones sobre su elaboración, lo que seguí con mucha atención dado que es un tema que me apasiona. Es este un vino de alta calidad, elaborado con total esmero, siguiendo el método champenoise, según el cual la segunda fermentación se realiza en la botella.




Frente de la Casa Bianchi




Hice la cata del Extra Brut, y me pareció deliciosamente suave comparado con los que yo conozco; esto puede deberse a que no utilizan licor de corte sino sólo azúcar que al fermentar libera alcohol, dependiendo de la cantidad de azúcar la escala de dulzor.

Río Atuel (maravilla de colores)






Al día siguiente visitamos el Cañón del Atuel, una sinfonía de bellos paisajes, hasta alcanzar el lago de la represa de Valle Grande de la cual dependen cuatro generadores hidroeléctricos de los que se obtiene electricidad para el sistema interconectado nacional.
Dique Valle Grande. San Rafael, Mendoza
 

No pudimos llegar al lago Nihuil porque un derrumbe obstruía el camino.

 
 






El cuarto día visitamos el centro de deportes de invierno Las Leñas, una pequeña y coqueta localidad enclavada en la Cordillera de Los Andes. 





Desparramadas en la nieve
 Allí el turista puede disfrutar de pistas de esquí, pistas para deslizadores y medios mecánicos de transporte para los esquiadores. Como no sabemos esquiar y no nos animamos a deslizar para no volver con algún hueso roto, nos limitamos a caminar un poco entre la nieve, a desparramarnos por el suelo cuando pisábamos mal y luego tomamos un sabroso chocolate sentadas al sol.




Calle de San Rafael (mi mejor foto)
Cabe destacar que el paisaje del invierno es bastante árido pues Mendoza depende del agua de deshielo para beber y para los cultivos, pues sólo caen unos 200 a 400 milímetros de agua en verano. Todos los cultivos de vid y frutales cuentan con protección de una malla  antigranizo y riego por canales o por goteo si el productor  dispone de un presupuesto respetable, ya que es un sistema caro para instalar pero el mismo permite resultados óptimos. A su vez el sistema de canales está regido por horarios estrictos, en el de goteo el productor puede acumular agua en cisternas y distribuir la misma cuando lo considera necesario.

 San Luis es también árido y de lluvias escasas con ríos de trayectos cortos, los cuales alimentan diecisiete embalses que guardan el agua para consumo y para riego además de la producción de electricidad. Dos nuevos embalses están en construcción.

En nuestra región dependemos más de las lluvias, las cuales en épocas normales están bastante bien distribuidas. Ha de ser por eso que me sorprendí mucho con estas visitas, donde al igual que en La Rioja, cuya provisión de agua depende de las nieves del Famatina, se ingeniaron para lograr cultivar la tierra y sobrevivir.



REGRESO


Cenando con dos amigas de San Francisco

Vuelvo a las excursiones “zippeadas”: A la vuelta de Las Leñas cenamos y a la mañana siguiente emprendimos el regreso, viajamos el día entero para regresar a casa, y aún la excursión debía llegar a Paraná.

Verdaderamente es un esfuerzo tremendo el que se hace para conocer durante cuatro días. Todo fue muy lindo pero es demasiado alocado el ritmo que seguimos, cada vez más nos convencemos de que queremos viajar por nuestra cuenta para concedernos algunos momentos de pausa, aunque en mi fuero interno sé que eso tendría otro tipo de inconvenientes.
Igualmente el balance es positivo, y algo para destacar, la prudencia de los choferes, tanto en el manejo como en las paradas, donde nunca nos sacaban a las corridas, al contrario, cuando decían parada de una hora, nos quedábamos hora y media, nunca nos apuraron y nos felicitaron por la puntualidad y por la limpieza observada en el coche, en tan largas horas de viaje, y eso teniendo en cuenta que viajaban familias con niños.




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